En el Perú, el 80% de las empresas son familiares, representando el 40% del PBI; sin embargo, de acuerdo a la Asociación de Empresas Familiares, únicamente el 3% de éstas logran superar la tercera generación.
Cada familia es particular y cada empresa familiar lo es aún más. Las empresas familiares de hoy en día quieren avanzar, crecer y expandirse; sin embargo, la transición generacional puede ocasionar no solo conflictos familiares, sino también conflictos que repercuten en el buen funcionamiento de toda la empresa.
La falta de experiencia de los sucesores para una gestión eficiente, la ausencia de visión o misión claramente definidas en relación a la cual alinear a los integrantes de la familia empresaria o asumir que determinado puesto indefectiblemente viene incluido en el testamento, o por línea familiar, son factores que ponen en situación de riesgo la continuidad y desarrollo de la empresa familiar.
Para evitar ello, damos a conocer una serie de recomendaciones que permitirán a las sociedades familiares lograr una transición generacional que asegure el crecimiento económico a la par de la protección del legado familiar.
Enseñemos
Es esencial instruir a la próxima generación, a través de la difusión de la esencia e identidad de la empresa y el desarrollo de aptitudes necesarias que les permitan dirigir y cumplir con las funciones asignadas a favor de la empresa. Cumpliendo este objetivo, será posible lograr un equilibrio entre el gobierno familiar y el gobierno corporativo.
Planifiquemos
La transición generacional debe ser cuidadosamente planeada, alineada con los objetivos a corto y largo plazo de la empresa, así como con su misión y visión. En ese sentido, este proceso debe ser formalizado en un plan de sucesión que establezca plazos para su implementación e involucre activamente a los integrantes de la familia empresaria.
Consolidemos
Este plan de sucesión no solo implica la transferencia de responsabilidades, sino también el deber de preservación y fortalecimiento del legado de la empresa. De igual modo implica además, la identificación y desarrollo de líderes y brinda una base sólida para que la empresa prospere en las generaciones venideras.
Evaluemos
Así también, es fundamental identificar y reconocer los problemas que han persistido a lo largo de las generaciones y anticipar posibles puntos de conflicto que podrían surgir como resultado de la implementación del plan de sucesión, con el propósito de prevenirlos o atenuar su impacto.
Finalmente, es importante tener en cuenta que no existe una única fórmula para abordar la transición generacional, por ello, contar con asesoría y construir un equipo adecuado que se adapte a las necesidades y objetivos de la empresa familiar resulta una prioridad esencial.