En el ámbito corporativo, la designación del gerente general es una de las decisiones más cruciales que puede tomar una organización, ya sea por parte del directorio o, en su ausencia, por la Junta General de Accionistas. La legislación societaria vigente ha extendido las responsabilidades del gerente general más allá de lo comercial y administrativo, incluyendo obligaciones en áreas como tributación, asuntos corporativos, riesgos laborales, prevención de lavado de activos y protección de datos personales. Además, si la empresa no cuenta con un directorio, el gerente general asume también sus funciones.
Sin embargo, centralizar tanto poder y responsabilidad en un solo cargo puede comprometer el desempeño adecuado de estas funciones y, por ende, el funcionamiento eficiente de toda la organización.
Frente a este escenario, la tendencia global apunta hacia la descentralización de estas responsabilidades, asignándolas a especialistas en las respectivas áreas. Aquí es donde el compliance se convierte en una herramienta fundamental. Este enfoque jurídico-empresarial se encarga de identificar, asesorar, monitorear y alertar sobre los riesgos que podría enfrentar la empresa.
El compliance se refiere al conjunto de procedimientos y buenas prácticas adoptadas por las empresas para asegurar que cumplen con todas las leyes, normativas y estándares aplicables a su sector. Su finalidad es prevenir, detectar y gestionar riesgos legales y normativos, garantizando que la organización actúe de acuerdo con un marco ético y legal. Además, el compliance promueve una cultura de integridad y responsabilidad, protegiendo a la empresa de posibles sanciones y daños reputacionales.
El objetivo del compliance es garantizar que la empresa cumpla con todas las obligaciones normativas aplicables a su sector, así como alcanzar y mantener los estándares de calidad y éticos deseados. Esto no solo asegura el cumplimiento normativo, sino que también promueve una cultura organizacional basada en la transparencia y la ética.
Con la finalidad de adoptar el compliance a las necesidades particulares de tu empresa y hacer de ella una organización fortalecida y más eficiente recomendamos:
En un mercado competitivo, es esencial que los gerentes deleguen responsabilidades específicas en personal especializado mediante la integración del compliance. Esto permitirá una interacción adecuada entre los sistemas formales de cumplimiento y los de prevención y gestión de riesgos, promoviendo un trabajo en equipo eficiente donde se multipliquen las soluciones en lugar de los problemas.
Implementar un sistema de compliance robusto no solo protege a la empresa de posibles sanciones legales, sino que también fortalece su reputación y eficiencia operativa. En nuestra firma, estamos listos para ayudarte a adoptar estas prácticas y transformar tu empresa en una organización más eficiente y fortalecida.