La Corte Suprema, mediante Casación No. 22271-2022-Tumbes, resaltó que el despido de un trabajador solo procede si el empleador acredita un incumplimiento grave de las obligaciones laborales.
En este caso, el empleador despidió a un trabajador acusándolo de:
Sin embargo, la Corte Suprema determinó que el quebrantamiento de la buena fe laboral debe implicar actos de deslealtad, infidelidad o falta de compromiso que sean objetivamente contrarios a los intereses del empleador. Los hechos señalados no alcanzaban dicha gravedad y, por el contrario, se utilizó este argumento para despedir a un trabajador que ejercía su derecho a la sindicalización y huelga.
La Corte Suprema declaró FUNDADO el recurso de casación presentado por el demandante, calificando este despido como fraudulento.